Vessants presta
servicios de excavaciones arqueológicas,
tanto relacionadas con proyectos de investigación como derivadas
de proyectos de emergencia motivados por obras públicas
y privadas. Dentro de esta actividad se realizan trabajos de excavación
con el objetivo de evaluar y analizar la estratigrafía del
subsuelo y observar eventuales estructuras preexistentes, estableciendo
secuencias y topologías de ocupación, identificando
los posibles impactos negativos al patrimonio arqueológico
y estableciendo las medidas minimizadoras de estos impactos y las
potenciadoras del proyecto. Los trabajos de excavación adoptan
la forma de sondeos o de intervenciones de excavación arqueológica
de sectores o de la totalidad de un yacimiento.

METODOLOGÍA DE LOS TRABAJOS DE EXCAVACIÓN
ARQUEOLÓGICA
El método de trabajo es la excavación de unidades
estratigráficas y registro de acuerdo con las técnicas
preconizadas por E. C. Harris y A. Carandini.
Se entiende como unidades estratigráficas las unidades
de deposición naturales o producto de la acción humana.
Pueden ser depósitos (unidades de deposición primaria
o secundaria), interfaces verticales (zanjas o otro tipo de agujeros)
y elementos de construcción (elementos integrantes de construcciones,
tales como muros u otros). Son individualizadas de acuerdo con
sus características físicas (compactación,
coloración, composición) y sobre todo por su relación
estratigráfica con otras unidades (cubierta por, sirve de
apoyo a, cortada por, llena por, igual a, se sincroniza con, cubre
a, se apoya en, corta a, rellena a). En la identificación
de estas relaciones tiene lugar primordial la observación
en planta, constituyendo el registro de los cortes un punto de
apoyo a la interpretación arqueológica.
Todas las informaciones relativas a la caracterización
de cada unidad estratigráfica son registradas en una ficha
individual de unidad estratigráfica. Se utilizan dos tipos
distintos de fichas: una caracterización de depósitos
e interfaces verticales y otra específica para elementos
de construcción. A cada ficha de depósito se anexa
la respectiva ficha de inventario de materiales.
La recogida de materiales arqueológicos
es sistemática,
descartando solamente los materiales de construcción de época
contemporánea después de su debido registro en las
fichas de unidad estratigráfica. Los materiales exhumados
en cada unidad estratigráfica son depositados en bolsas
inventariadas y referenciadas con el número de la unidad
estratigráfica correspondiente. Posteriormente, son lavados
y siglados con el código de yacimiento, sector y número
de unidad estratigráfica. Son recogidas también muestras
de sedimentos para análisis paleoambientales (antracológicos,
carpológicos, palinológicos) de las unidades estratigráficas
más significativas, que son debidamente etiquetadas, embaladas
y referenciadas en las fichas de unidad estratigráfica y
en el informe final de la excavación.
Cada unidad estratigráfica es fotografiada en formato digital
y diapositiva, con referencia al Norte magnético, utilización
de escala y placa identificativa. Los límites de cada unidad
estratigráfica son dibujados en planta, a escala 1:20 y
cotados altimétricamente de acuerdo con un punto fijo denominado
punto cero geo-referenciado. Al final de la intervención
se fotografían y dibujan los cortes. Son también
dibujados los alzados más relevantes de todos los elementos
constructivos detectados.
El conjunto de relaciones estratigráficas se representa
en un gráfico conocido como Matriz Harris, que permite la
lectura integrada de la estratigrafía de la excavación.
Finalmente, la identificación de las relaciones estratigráficas
y el análisis de los materiales arqueológicos recogidos
llevan al establecimiento de las fases o períodos históricos
del yacimiento arqueológico.
Las conclusiones de los trabajos arqueológicos se presentan
en forma de dos tipos de informe. Un informe preliminar, presentado
pocos días después de la conclusión de los trabajos
de campo, en el que se incluye un parecer técnico sobre las
características y cronología de los restos arqueológicos
detectados y necesidad o no de alargamiento de las áreas de
excavación o de seguimiento arqueológico de la obra.
Un informe final con un análisis más profundo de cada
una de las fases cronológicas, dotado de estudio de los materiales
encontrados y junto al que se entrega a la administración,
debidamente sistematizado todo el conjunto de materiales, fotografías,
diseños, fichas y otros sistemas de registro de la intervención
arqueológica.
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